El título de esta semana tiene algo de fórmula matemática. La ecuación de los nuevos tiempos tiene un símbolo positivo y otro negativo. Compartir +, poseer -. La última aplicación de la fórmula llega hasta la automoción. Hace muy poco, tener un determinado modelo de coche era un símbolo de independencia, pero, cada vez más, los consumidores ven la compra de un vehículo como una carga económica. Internet y las redes sociales son de nuevo los transmisores de buenas (y baratas) soluciones. En este caso, la solución se llama “coche compartido”. Considerado como la plataforma de salida del consumo colaborativo, el “car sharing” o “coche compartido” se está convirtiendo en un servicio apreciado por sus beneficios objetivos y por ofrecer un nuevo canal en el que establecer relaciones personales. Como todas las grandes ideas, el planteamiento es sencillo: un coche, varios pasajeros, una misma ruta y un coste repartido entre los usuarios. Los beneficios son espectaculares: menos gastos para el dueño del vehículo, menos contaminación, menos afluencia de coches, menos atascos, y finalmente, más tiempo para todos y para todo. Incluso para descubrir a la persona con la que viajamos.
En Inglaterra y Estados Unidos, los servicios de “coche
compartido” a través de webs son cada vez más habituales. Relayrides.com se ha especializado en unir,
desde 4 euros la hora, a usuarios del mismo barrio. Getaround.com y whipcars.com
nacen con un objetivo distinto: proporcionar coches de alquiler dentro de cada zona
a precios muy bajos. Para los creadores de ambas páginas, las principales ventajas
son la rapidez del alquiler, sin apenas gestiones, la cercanía del servicio y
una amplísima variedad de modelos. La ecuación sigue siendo perfecta: el que
desea un coche no tiene que comprometerse a grandes desembolsos. El que ya lo
ha comprado tiene una manera rápida de amortizarlo y, además, de ganar un
dinero extra. En todas estas webs, los seguros están incluidos.
España dispone también de un buen número de webs con
propuestas similares y ¡hasta con ofertas “last minute”! La principal
diferencia respecto a las webs inglesas y norteamericanas es que no suele haber
tarifas específicas, sino un precio acordado entre el conductor y sus
acompañantes. Para unificar criterios, la mayoría de estas plataformas suelen
tener en su web una calculadora y un coste recomendado. En nuestro país, estas
webs están más orientadas a viajes largos, aunque cada vez más se extiende para
trayectos cortos. El procedimiento para hacerse de la comunidad del coche
compartido es simple: registrarse en la plataforma (el registro es gratuito) y
hacer un perfil con los datos personales. Algunas plataformas incluso disponen
de una aplicación específica para i-Phone que facilita la búsqueda cuando no
tenemos a mano un ordenador.
Exploremos algunas de las plataformas nacionales: conduzco.es o yoconduzco.es,
la red número 1, con aplicación para móviles y geolocalización. Blablacar.es ofrece precios fijos en las
ofertas de cada itinerario. Carpooling.es,
¿viajamosjuntos?.com y viajabarato.org, que promete nada menos que
conectar toda Europa, son otras plataformas relevantes. Afortunadamente, no
podemos mostrarlas todas. La oferta es creciente y las administraciones
públicas comienzan a interesarse por ella. Es la señal de que la ecuación funciona
y de que ha llegado hasta aquí para quedarse.
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